La URSS era un país multinacional con el principio proclamado de amistad de los pueblos. Y esta amistad no siempre fue sólo una declaración. Era imposible hacer otra cosa en un país habitado por más de 100 naciones y nacionalidades diferentes. La igualdad de todos los pueblos en ausencia formal de una nación titular es la base del mito propagandístico de "una única comunidad histórica: el pueblo soviético".
Sin embargo, todos los representantes de una única comunidad histórica en obligatorio tenían pasaportes que contenían la famosa “quinta columna” para indicar la nacionalidad del ciudadano en el documento. ¿Cómo se determinaba la nacionalidad en la URSS?
Por pasaporte
La certificación de la población del país comenzó a principios de los años 30 y terminó poco antes de la guerra. Cada pasaporte debe indicar estatus social, lugar de residencia (registro) y nacionalidad. Además, antes de la guerra, según una orden secreta del NKVD, la nacionalidad no debía determinarse por la autodeterminación del ciudadano, sino por el origen de los padres. La policía tenía instrucciones de comprobar todos los casos de discrepancia entre el apellido y la nacionalidad declarada por el ciudadano. Los estadísticos y etnógrafos compilaron una lista de 200 nacionalidades y, al recibir un pasaporte, una persona recibía una de las nacionalidades de esta lista. Fue sobre la base de estos mismos datos de pasaporte que se llevaron a cabo deportaciones masivas de personas en los años 30 y posteriormente. Según los historiadores, representantes de 10 nacionalidades fueron sometidos a deportación total a la URSS: coreanos, alemanes, finlandeses ingrios, karachais, kalmyks, chechenos, ingushes, balkars, Tártaros de Crimea y los turcos mesjetianos. Además, existía un antisemitismo implícito, pero bastante evidente, y la práctica de la represión contra representantes de otros pueblos, como los polacos, los kurdos, los turcos, etc. Desde 1974, la nacionalidad se indica en el pasaporte a petición de la propia persona. Luego aparecieron chistes como este: “Papá es armenio, mamá es judía, ¿quién será su hijo? ¡Por supuesto, ruso! Sin embargo, en la mayoría de los casos, la nacionalidad sigue siendo indicada por uno de los padres.
Por mamá y papá
En la inmensa mayoría de los casos, un ciudadano determina su nacionalidad por la nacionalidad de su padre. En la URSS, las tradiciones patriarcales eran bastante fuertes, según las cuales el padre determinaba tanto el apellido como la nacionalidad del niño. Sin embargo, había otras opciones. Por ejemplo, muchas personas, si tenían que elegir entre “judío” y “ruso”, elegían “ruso”, incluso si su madre era rusa. Esto se hizo porque la “quinta columna” hizo posible que los funcionarios discriminaran a los representantes de ciertas minorías nacionales, incluidos los judíos. Sin embargo, después de que a los judíos se les permitió partir hacia Israel en 1968, a veces se observó la situación opuesta. Algunos rusos buscaron a algún judío entre sus familiares e hicieron esfuerzos increíbles para cambiar la inscripción en la “quinta columna”. Durante este período de libre autoidentificación nacional, las nacionalidades se determinaban según listas de pueblos oficialmente reconocidos que vivían en la URSS. En 1959, había 126 nombres en la lista, en 1979 – 123, y en 1989 – 128. Al mismo tiempo, algunos pueblos, por ejemplo, los asirios, no estaban en estas listas, mientras que en la URSS vivían personas que definían su nacionalidad de esta manera.
Por la cara
Hay un chiste triste sobre un pogromo judío. Le dan una paliza a un judío y sus vecinos le dicen: “¡Cómo puede ser esto, te compraste un pasaporte con una “quinta columna” donde dice ruso!” A lo que él responde con tristeza: "Sí, pero no me golpearon en el pasaporte, sino en la cara". En realidad, esta anécdota ilustra con bastante precisión la situación en las fuerzas del orden, donde les enseñaron a determinar la nacionalidad de esta manera: ¡no! por el pasaporte, sino por la cara. Y si, en general, es fácil distinguir a un gitano de un yakut, entonces será algo más difícil entender dónde están los yakuts y dónde están los buriatos. ¿Cómo se puede saber dónde está el ruso y dónde está el letón o el bielorruso? Había tablas enteras con tipos étnicos de personas, lo que permitió a los agentes de policía, agentes de la KGB y otras estructuras distinguir con precisión a las personas "sin pasaporte". Por supuesto, esto requería buena memoria para las caras y la observación, pero ¿quién dijo que sería fácil comprender la nacionalidad de las personas en un país donde viven más de 100 naciones?
A instancias del corazón
La "quinta columna" fue abolida en 1991. Hoy en día, la nacionalidad no se indica en el pasaporte y otros documentos o se indica en encartes especiales, únicamente a voluntad. Y ahora no existen listas de nacionalidades entre las que un ciudadano deba elegir. La eliminación de las restricciones a la autoidentificación nacional condujo a un resultado interesante. Durante el censo de 2010, algunos ciudadanos indicaron su afiliación a naciones como "cosacos", "pomor", "escitas" e incluso "elfos".
La lepra es causada por micobacterias, descubiertas en la década de 1870 por el médico noruego Gerhard Hansen. En este momento Se ha establecido que las bacterias se transmiten a través de las secreciones de la nariz y la boca. La enfermedad afecta principalmente piel, mucosas y sistema nervioso periférico.
Período de incubación La lepra puede durar hasta 20 años. al primero signos clínicos Las enfermedades incluyen deterioro del bienestar general, somnolencia, escalofríos, secreción nasal, erupciones en la piel y las membranas mucosas, caída del cabello y las pestañas y disminución de la sensibilidad.
Lepra en la URSS
Hasta 1926, en la URSS sólo había 9 colonias de leprosos, es decir, hospitales especializados para leprosos. Albergaron a un total de 879 pacientes. Posteriormente el número de colonias de leprosos aumentó a 16.
Cada año se identificaban nuevos enfermos de lepra en la Unión Soviética. Es cierto que el número de casos ha disminuido constantemente con cada década. Así, de 1961 a 1970 se registraron 546 casos de lepra en la RSFSR, de 1971 a 1980 - 159, y de 1981 a 1990 - sólo 48. El mayor porcentaje de casos se produjo en Siberia y Lejano Oriente, así como repúblicas unidas como Tayikistán, Turkmenistán, Kazajstán, Uzbekistán y Karakalpakstán.
Aislamiento de por vida
Hasta los años 50 del siglo XX, el concepto de “tratamiento ambulatorio de pacientes con lepra” no existía en absoluto. Los pacientes recién identificados estaban condenados a un aislamiento de por vida en colonias de leprosos. Por ejemplo, la resolución del Consejo de Comisarios del Pueblo del 10 de julio de 1923 decía: "Encomendar a las Comisarías de Salud del Pueblo el mantenimiento de un registro preciso de todos los pacientes con lepra y el cuidado del aislamiento obligatorio de los pacientes". A pesar de que la resolución también hablaba de la posibilidad de tratar a los leprosos en casa, en realidad esto prácticamente no se llevó a cabo.
En esencia, los pacientes de lepra eran equiparados con criminales o enemigos del pueblo. Todo instituciones medicas estaban a más de 100 kilómetros de ciudades importantes, donde los pacientes eran enviados al exilio eterno.
Todos los leprosos estaban sujetos a un estricto registro y control. Para cada uno de ellos había un tarjeta individual, donde no solo se indicaban los datos del propio paciente, sino también toda la información sobre las personas en contacto con él.
Los pacientes diagnosticados con lepra no podían realizar determinadas actividades actividad laboral, recibir educación, servir en el ejército e incluso utilizar el transporte público.
Los hijos pequeños de los enfermos estaban sujetos a traslado y colocación en internados. En la mayoría de los casos, los padres enfermos se vieron privados para siempre de la oportunidad de siquiera verlos.
Aquellos que no pudieron soportar el aislamiento y escaparon de la colonia de leprosos estaban sujetos a responsabilidad penal, fueron incluidos en la lista de buscados de toda la Unión y se llevaron a cabo redadas.
El 30 de diciembre de 1922, en el Primer Congreso de los Sóviets de toda la Unión, se aprobó la formación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
En diciembre, la Unión, en julio, el gobierno.
El acuerdo sobre la formación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas se firmó el 29 de diciembre de 1922 en una conferencia de delegaciones de los Congresos de los Sóviets de la RSFSR, la RSS de Ucrania, la BSSR y la ZSFSR y fue aprobado por el Primer Congreso de los Sóviets de toda la Unión. . El 30 de diciembre se considera la fecha oficial de formación de la URSS, aunque el gobierno de la URSS y los ministerios de la Unión no se crearon hasta julio de 1923.
Del 4 al 16.
EN diferentes años el número de repúblicas unidas dentro de la URSS osciló entre 4 y 16, pero durante más tiempo Unión Soviética estaba formado por 15 repúblicas: la RSFSR, la RSS de Ucrania, la RSS de Bielorrusia, la RSS de Moldavia, la RSS de Armenia, la RSS de Georgia, la RSS de Azerbaiyán, la RSS de Kazajstán, la RSS de Uzbekistán, la RSS de Kirguistán, la RSS de Turkmenistán, la RSS de Tayikistán RSS, RSS de Letonia, RSS de Lituania y RSS de Estonia.
Tres Constituciones en 69 años.
Durante sus casi 69 años de existencia, la Unión Soviética ha reemplazado tres Constituciones, que fueron adoptadas en 1924, 1936 y 1977. Según el primero, el máximo órgano de poder estatal del país era el Congreso de los Sóviets de toda la Unión, según el segundo, el Soviético Supremo bicameral de la URSS. En la tercera constitución también existía inicialmente un parlamento bicameral, que en la edición de 1988 dio paso al Congreso. diputados del pueblo LA URSS.
Kalinin fue quien lideró a la URSS por más tiempo.
Legalmente, el Jefe de Estado de la Unión Soviética en diferentes años fue considerado el Presidente del Presidium del Comité Ejecutivo Central de la URSS, el Presidente del Presidium del Soviético Supremo de la URSS, el Presidente del Soviético Supremo de la URSS. URSS y el presidente de la URSS. Formalmente, el jefe de la URSS con más años de servicio fue Mikhail Ivanovich Kalinin, quien durante 16 años sirvió como Presidente del Presidium del Comité Ejecutivo Central de la URSS, y luego durante ocho años fue Presidente del Presidium del Soviético Supremo de la URSS.
La bandera fue aprobada posteriormente por la Constitución.
El Tratado sobre la Formación de la URSS estipulaba que el nuevo estado tendría su propia bandera, pero no se daba una descripción clara de ella. En enero de 1924 se aprobó la primera Constitución de la URSS, pero no indicaba cómo era la bandera del nuevo país. Y recién en abril de 1924, el Presidium del Comité Ejecutivo Central de la URSS aprobó un paño escarlata con una estrella roja de cinco puntas y la hoz y el martillo como bandera.
En Estados Unidos, estrellas, en la URSS, lemas.
En 1923, se aprobó el escudo de armas de la Unión Soviética: una imagen de una hoz y un martillo sobre el fondo del globo terráqueo, bajo los rayos del sol y enmarcada por mazorcas de maíz, con la inscripción en los idiomas de las repúblicas unidas “¡Trabajadores de todos los países, uníos!” El número de inscripciones dependía del número de repúblicas dentro de la URSS, del mismo modo que el número de estrellas en la bandera estadounidense depende del número de estados.
Himno universal.
De 1922 a 1943, el himno de la Unión Soviética fue "La Internacional", una canción francesa con música de Pierre Degeyter y letra de Eugene Potier traducida por Arkady Kotz. En diciembre de 1943, se creó y aprobó un nuevo himno nacional con texto de Sergei Mikhalkov y Gabriel El-Registan y música de Alexander Alexandrov. La música de Alexandrov con texto modificado de Mikhalkov es actualmente el himno de Rusia.
El país tiene el tamaño de un continente.
La Unión Soviética ocupó un territorio de 22.400.000 kilómetros cuadrados, siendo según este indicador el mayor país grande en el planeta. El tamaño de la URSS era comparable al tamaño América del norte, incluidos los territorios de Estados Unidos, Canadá y México.
La frontera es un ecuador y medio.
La Unión Soviética tenía la frontera más larga del mundo, más de 60.000 kilómetros, y limitaba con 14 estados. Es interesante que la longitud de la frontera Rusia moderna casi lo mismo: unos 60.900 km. Al mismo tiempo, Rusia limita con 18 estados: 16 reconocidos y 2 parcialmente reconocidos.
El punto más alto de la Unión.
Mayoría punto álgido En la Unión Soviética era una montaña en la República Socialista Soviética de Tayikistán con una altura de 7495 metros, que en diferentes años se llamó Pico Stalin y Pico del Comunismo. En 1998, las autoridades tayikas le dieron un tercer nombre: Samani Peak, en honor al emir que fundó el primer estado tayiko.
Una capital única.
A pesar de la tradición en la URSS de cambiar el nombre de las ciudades en honor a destacados figuras soviéticas, este proceso en realidad no afectó a las capitales de las repúblicas unidas. La única excepción fue la capital de la República Socialista Soviética de Kirguistán, la ciudad de Frunze, rebautizada en honor del líder militar soviético Mikhail Frunze, que era nativo de la zona. Al mismo tiempo, la ciudad primero cambió de nombre y luego se convirtió en la capital de la república unida. En 1991, Frunze pasó a llamarse Bishkek.
A mediados de los años cincuenta y principios de los sesenta, la Unión Soviética logró una especie de “hat-trick científico y técnico”: en 1954 creó la primera central nuclear del mundo, en 1957 puso en órbita el primer satélite terrestre artificial del mundo y En 1961 lanzó el primer mundo. astronave con una persona a bordo. Estos hechos ocurrieron respectivamente 9, 12 y 15 años después del final de la Gran Guerra Patria, en la que la URSS sufrió las mayores pérdidas materiales y humanas por parte de los países participantes.
La URSS no perdió guerras.
Durante su existencia, la Unión Soviética participó oficialmente en tres guerras- Guerra soviético-finlandesa de 1939-1940, la Gran guerra patriótica 1941-1945 y en la guerra soviético-japonesa de 1945. Todos estos conflictos armados terminaron con la victoria de la Unión Soviética.
1204 medallas olímpicas.
Durante la existencia de la URSS, los atletas de la Unión Soviética participaron en 18 Juegos Olímpicos (9 de verano y 9 de invierno), ganando 1204 medallas (473 de oro, 376 de plata y 355 de bronce). Según este indicador, la Unión Soviética sigue ocupando el segundo lugar, sólo superada por Estados Unidos. En comparación, Gran Bretaña, que ocupa el tercer lugar, tiene 806 medallas olímpicas con 49 participaciones en Juegos olímpicos. En cuanto a la Rusia moderna, ocupa el noveno lugar: 521 medallas después de 11 Juegos Olímpicos.
El primer y último referéndum.
En toda la historia de la URSS, se celebró el único referéndum de toda la Unión, que tuvo lugar el 17 de marzo de 1991. Planteó la cuestión de la existencia continuada de la URSS. Más del 77 por ciento de los participantes en el referéndum estaban a favor de preservar la Unión Soviética. En diciembre del mismo año, los jefes de la RSFSR, la RSS de Ucrania y la RSS de Bielorrusia anunciaron el fin de la existencia de un solo país.
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La URSS era un país multinacional con el principio proclamado de amistad de los pueblos. Y esta amistad no siempre fue sólo una declaración. Era imposible hacer otra cosa en un país habitado por más de 100 naciones y nacionalidades diferentes. La igualdad de todos los pueblos en ausencia formal de una nación titular es la base del mito propagandístico de "una única comunidad histórica: el pueblo soviético".
Sin embargo, todos los representantes de una única comunidad histórica debían tener pasaportes, que contenían la famosa "quinta columna" para indicar la nacionalidad del ciudadano en el documento. ¿Cómo se determinaba la nacionalidad en la URSS?
Por pasaporte
La certificación de la población del país comenzó a principios de los años 30 y terminó poco antes de la guerra. Cada pasaporte debe indicar estatus social, lugar de residencia (registro) y nacionalidad. Además, antes de la guerra, según una orden secreta del NKVD, la nacionalidad no debía determinarse por la autodeterminación del ciudadano, sino por el origen de los padres. La policía tenía instrucciones de comprobar todos los casos de discrepancia entre el apellido y la nacionalidad declarada por el ciudadano. Los estadísticos y etnógrafos compilaron una lista de 200 nacionalidades y, al recibir un pasaporte, una persona recibía una de las nacionalidades de esta lista. Fue sobre la base de estos mismos datos de pasaporte que se llevaron a cabo deportaciones masivas de personas en los años 30 y posteriormente. Según los cálculos de los historiadores, representantes de 10 nacionalidades fueron sometidos a deportación total a la URSS: coreanos, alemanes, finlandeses ingrios, karachais, kalmyks, chechenos, ingush, balkars, tártaros de Crimea y turcos mesjetios. Además, existía un antisemitismo implícito, pero bastante evidente, y la práctica de la represión contra representantes de otros pueblos, como los polacos, los kurdos, los turcos, etc. Desde 1974, la nacionalidad se indica en el pasaporte a petición de la propia persona. Luego aparecieron chistes como éste: “Papá es armenio, mamá es judía, ¿quién será su hijo? ¡Por supuesto, ruso! Sin embargo, en la mayoría de los casos, la nacionalidad sigue siendo indicada por uno de los padres.
Por mamá y papá
En la inmensa mayoría de los casos, un ciudadano determina su nacionalidad por la nacionalidad de su padre. En la URSS, las tradiciones patriarcales eran bastante fuertes, según las cuales el padre determinaba tanto el apellido como la nacionalidad del niño. Sin embargo, había otras opciones. Por ejemplo, muchas personas, si tenían que elegir entre “judío” y “ruso”, elegían “ruso”, incluso si su madre era rusa. Esto se hizo porque la “quinta columna” hizo posible que los funcionarios discriminaran a los representantes de ciertas minorías nacionales, incluidos los judíos. Sin embargo, después de que a los judíos se les permitió partir hacia Israel en 1968, a veces se observó la situación opuesta. Algunos rusos buscaron a algún judío entre sus familiares e hicieron esfuerzos increíbles para cambiar la inscripción en la “quinta columna”. Durante este período de libre autoidentificación nacional, las nacionalidades se determinaban según listas de pueblos oficialmente reconocidos que vivían en la URSS. En 1959, había 126 nombres en la lista, en 1979 – 123, y en 1989 – 128. Al mismo tiempo, algunos pueblos, por ejemplo, los asirios, no estaban en estas listas, mientras que en la URSS vivían personas que definían su nacionalidad de esta manera.
Por la cara
Hay un chiste triste sobre un pogromo judío. Le dan una paliza a un judío y sus vecinos le dicen: “¡Cómo puede ser esto, te compraste un pasaporte con una “quinta columna” donde dice ruso!” A lo que él responde con tristeza: "Sí, pero no me golpearon en el pasaporte, sino en la cara". En realidad, esta anécdota ilustra con bastante precisión la situación en las fuerzas del orden, donde les enseñaron a determinar la nacionalidad de esta manera: ¡no! por el pasaporte, sino por la cara. Y si, en general, es fácil distinguir a un gitano de un yakut, entonces será algo más difícil entender dónde están los yakuts y dónde están los buriatos. ¿Cómo se puede saber dónde está el ruso y dónde está el letón o el bielorruso? Había tablas enteras con tipos étnicos de personas, lo que permitió a los agentes de policía, agentes de la KGB y otras estructuras distinguir con precisión a las personas "sin pasaporte". Por supuesto, esto requería buena memoria para las caras y la observación, pero ¿quién dijo que sería fácil comprender la nacionalidad de las personas en un país donde viven más de 100 naciones?
A instancias del corazón
La "quinta columna" fue abolida en 1991. Hoy en día, la nacionalidad no se indica en el pasaporte y otros documentos o se indica en encartes especiales, únicamente a voluntad. Y ahora no existen listas de nacionalidades entre las que un ciudadano deba elegir. La eliminación de las restricciones a la autoidentificación nacional condujo a un resultado interesante. Durante el censo de 2010, algunos ciudadanos indicaron su afiliación a naciones como "cosacos", "pomor", "escitas" e incluso "elfos".
Desde principios de los años 90, el pasado soviético ha sido objeto de duras críticas, o mejor dicho, críticas, de todos lados. Fue estigmatizado por economistas, políticos, historiadores, científicos, figuras públicas y religiosas. No en todos, por supuesto, pero en la mayoría de los casos. medios de comunicación en masa la palabra se dio a quienes de todas las formas posibles denunciaron el sistema soviético. Esta campaña de persecución de todo lo soviético continúa hasta el día de hoy, aunque ahora se ha calmado un poco y ha adquirido formas más ágiles, sin embargo, es obvio para cualquier televidente atento que escupir, por así decirlo, en el medio importa. historia soviética es para la mayoría de los que están presentes en la televisión una señal de buen gusto.
La campaña antisoviética tuvo y tiene gran valor en la formación de la conciencia de la generación más joven. Es obvio que la gente es más edad madura aquellos que tienen opiniones estables sobre la vida y su propio sistema de valores están menos expuestos a la propaganda. Sin embargo, la ruptura de los estereotipos de conciencia, la reestructuración de toda la cosmovisión también abrumaron a esta parte de la sociedad, ¿qué podemos decir de los jóvenes, cuya conciencia se formó precisamente durante los años de la feroz campaña de información antisoviética? Los postulados antisoviéticos básicos entraron profundamente en su conciencia. La nueva generación comenzó a educarse con valores, ideales e imágenes diferentes a la anterior. Como resultado, el tradicional conflicto entre padres e hijos en sociedad rusa cruzó todos los límites normales. Se ha formado una enorme brecha en el entendimiento mutuo de generaciones.
Para mí sigue siendo un misterio si quienes difunden sentimientos antisoviéticos comprendieron y comprenden qué brecha están introduciendo con sus acciones en los cimientos de nuestra sociedad. Desde los primeros años de mi vida estuve bajo la influencia del movimiento antisoviético. Al nacer en la URSS, no entendía que ésta era mi patria. Yo percibía a la Unión Soviética como algo malo, obsoleto y muerto hace mucho tiempo. Cualquier cosa que me recordara su reciente existencia me hacía emociones negativas. Recuerdo muy bien que no me gustaba, casi odiaba, la imagen de Lenin. Además, ya a los siete años les dije a mis amigos “retrasados” que V.I. Lenin no es el “buen abuelo Lenin”, sino una persona malvada, mala, por la cual todavía vivimos pobremente. Recuerdo cuánto desprecio sentía por el dinero soviético, que en aquel momento ya había salido de circulación. El escudo de armas de los kopeks soviéticos estaba fuertemente asociado con una especie de vejez y decrepitud aburridas.
La imagen de Stalin y su época estaba muy demonizada en mi mente. Me imaginé los años treinta como una especie de oscuridad continua e infranqueable, en la que la gente vivía muy pobre y muy asustada. Esto fue facilitado por mis parientes mayores que leyeron los libros de Solzhenitsyn y sus declaraciones sobre lo que leyeron. Los chistes políticos sobre el pasado soviético, que se publicaron en gruesos volúmenes en la primera mitad de los años 90, tuvieron una gran influencia en mí. La inmundicia y la pobreza de los apartamentos comunales, la escasez total, los líderes idiotas, cada uno con sus propios artilugios (Khrushchev con maíz, Brezhnev con premios), el aburrimiento y la grosería en todas partes, la omnipotencia de la KGB y la corrupción de la burocracia: estas son las ideas. sobre la Unión Soviética en las que se invirtió Me lavo el pelo gracias a los esfuerzos de editores de chistes, presentadores de televisión, directores y otras figuras de la educación, la ciencia y la cultura.
Entonces me causaron un absoluto malentendido las personas, en su mayoría personas mayores, que se mantuvieron fieles a los ideales comunistas y que querían el regreso de todo lo soviético a nuestras vidas. La televisión y los periódicos "ayudaron" a comprender sus motivos: casi todos los comunistas son "viejos seniles", primicias que no entienden las cosas obvias. Un rechazo aún mayor fue causado por aquellos que aman a Stalin y, cuando surge la oportunidad, exclaman: "¡Con Stalin, esto no habría sucedido!". ¡Stalin habría puesto el orden!
Estas opiniones permanecieron conmigo hasta principios de la década de 2000. Repensar todo lo relacionado con la URSS no se produjo de forma inmediata, gradual, y estoy inmensamente agradecido a mis amigos y a esos libros que me permitieron conocer el pasado soviético desde un lado completamente diferente. Hoy lo siento por esos jóvenes que todavía no saben, no entienden lo que realmente era la Unión Soviética, que todavía confían tanto en los “43 millones reprimidos” de Solzhenitsyn como en los amargos recuerdos del déficit. Pero trato de ayudar así a mis compañeros y considero este trabajo útil y digno del esfuerzo de toda nuestra sociedad.
Hoy, cuando los ataques de los ideólogos antisoviéticos han amainado, es hora de evaluar con más seriedad nuestro pasado reciente. Muchas personas que ya vivieron bajo Brezhnev, que sólo conocían los horrores de la guerra y el hambre por las historias de sus mayores, subestimaron, y a veces simplemente no vieron, la prosperidad en la que vivían. Mientras tanto, en la Unión Soviética en los años 70. Se construyó una sociedad asombrosa, única en toda la historia de la humanidad. Esta es una sociedad en la que el hambre, la pobreza, el desempleo, las personas sin hogar y los niños de la calle estaban prácticamente ausentes. Se redujo al mínimo la delincuencia (hoy podemos apreciar este logro más que nunca), la inmoralidad sexual y la prostitución.
En la sociedad soviética, cuidar a los niños no era una frase vacía: cada niño tenía en la mesa una dieta normal, rica en proteínas y vitaminas. ¡Que quienes dicen que la vida en Rusia hoy es mejor que en la URSS cuenten esta historia a cientos de miles de niños de la calle y a cientos de miles (y tal vez millones) de esos niños que no tienen suficiente para comer!
Algunos científicos sociales modernos llegan a la conclusión de que algunos ciudadanos soviéticos percibían los conceptos básicos bienes materiales como natural. Entre ellos figuraban: vivienda, calefacción, agua caliente en grifo, guarderías y mucho más. Un ejemplo vivo de tal actitud ante la realidad se muestra en la comedia de E. Riazanov "La ironía del destino o disfruta del baño".
Probablemente todos recuerden el episodio en el que los héroes Evgeny Myagkov y Barbara Brylski se quejan de su bajo salario por su trabajo socialmente útil. ¡Hablan de esto mientras recientemente recibieron un apartamento en un edificio nuevo! No recibieron un préstamo, como en Occidente, y nadie los echará de este apartamento por falta de pago de los servicios públicos, como en la Rusia moderna. El derecho a la vivienda en la Unión Soviética no era una frase vacía, sino que se aplicaba constantemente. Hoy en Rusia el derecho a la vivienda es básicamente el derecho a comprar una casa para sus costo total, e incluso con los intereses del préstamo. Dejemos que aquellos que elogian el sistema ruso moderno en comparación con el soviético le digan esto a nuestras personas sin hogar, por quienes ya nadie se preocupa: ni siquiera están contados (aunque en 2002 intentaron incluirlos en el censo: el estado tiene dinero). para esto)!
Cuando hoy los activistas antisoviéticos piden que se ponga fin a los restos del pasado soviético, que supuestamente impiden que Rusia se desarrolle normalmente, uno se siente tentado a preguntarles qué clasifican como reliquias. ¿Consideran fábricas y fábricas construidas sobre reliquias soviéticas? tiempo soviético, que en parte todavía funcionan y nos proporcionan lo necesario, construyen gigantescas centrales hidroeléctricas, centrales térmicas, plantas de energía nuclear, dando luz y calidez a nuestros hogares? ¿Es necesario poner fin a esa “maldita” reliquia soviética como arma estratégica que proporciona a Rusia seguridad y soberanía en un mundo tan turbulento? ¿A los críticos les gusta una reliquia soviética como escuela comprensiva, al que llevan a sus hijos, el sistema educación más alta¿En qué otro lugar, según la "espeluznante" tradición soviética, puedes inscribirte gratis? Para ser honesto, a nuestro alrededor sólo quedan restos soviéticos. Todavía vivimos de ellos, hoy los devoramos activamente y los llevamos a término. ¿Construiremos algo para reemplazar estos “restos soviéticos”?
Gran parte del legado soviético ya se ha perdido, parte de forma irrecuperable. Pero gracias a estas pérdidas, la gente está empezando a comprender rápidamente lo que perdieron en la URSS. Mucho antes que los rusos, los residentes de algunas ex repúblicas soviéticas lo entendieron, especialmente aquellas donde alguna vez la sangre fluyó como un río como resultado de los conflictos interétnicos. ¡Dejemos que los ciudadanos de mentalidad antisoviética les digan a los inmigrantes ilegales pobres, tayikos o uzbecos, que van a Rusia a trabajar bajo su propio riesgo y riesgo, que la URSS era un terrible "imperio del mal", que Rusia oprimió y explotó las periferias nacionales! Pero ahora ella (o mejor dicho, parte de ella) realmente los está explotando.
No, no intento en absoluto idealizar o embellecer la realidad soviética. La URSS tuvo cosas buenas y malas. Pero hoy, por alguna razón, prefieren exagerar todo lo malo sin decir una palabra de lo bueno. Son las cosas malas las que se exageran y, a menudo, los problemas inverosímiles se popularizan. Pasemos, por ejemplo, al problema del déficit, sobre el que tanto se ha dicho y escrito. En la conciencia de la sociedad están sucediendo cosas sorprendentes: en la Unión Soviética, por ejemplo, la producción de leche era dos veces mayor que en Rusia hoy en día, pero por alguna razón nadie habla de la escasez actual. En la URSS había suficiente comida para todos, aunque algunos productos alimenticios no fueran suficientes: los más necesarios todavía estaban en la mesa de todos. Hoy en día, no sólo ha disminuido el consumo de los rusos en general, sino que también ha disminuido la cantidad de proteínas, vitaminas y otros nutrientes en la dieta diaria promedio. Sí, hoy en día no hay escasez en los estantes: a menudo porque la población simplemente no tiene dinero y los productos no se compran, sino que se exponen en el escaparate. Pero hoy en día, la pérdida de peso y los déficits de salud son absolutamente reales entre una parte de la población, especialmente entre los jóvenes. Nuestras oficinas de registro y alistamiento militar ya se han enfrentado a este problema: no hay nadie a quien reclutar.
Aún así, había problemas reales en la URSS; es difícil discutir eso. Ya se ha dicho mucho sobre ellos, se ha escrito mucho sobre ellos. Por supuesto, si estos problemas no hubieran existido, la URSS habría sobrevivido hasta el día de hoy. Hubo burocracia y arribismo de algunos comunistas (luego resultaron ser “demócratas”), hubo falta de libertad, hubo cierta pobreza (¡incluso después de una guerra así!), también se desarrolló una pequeña -cosmovisión burguesa, registrada por escritores talentosos: B. Vasiliev, Yu. Trifonov, A. Likhanov. Había problemas, pero también existía la oportunidad de resolverlos pacíficamente, gradualmente, sin romper los fundamentos fundamentales de la sociedad. Hoy en día, algunos científicos están empezando a comprender qué causó exactamente los problemas en la sociedad soviética. Entonces, verdaderamente, “no conocíamos la sociedad en la que vivimos”.
La sociedad soviética nació en los momentos más difíciles para nuestro país. Imperio ruso, golpeado por una profunda crisis sistémica, debilitado por la guerra, se desmoronó ante nuestros ojos en 1917. La llegada al poder de los bolcheviques, que sustituyeron al incompetente Gobierno Provisional, exacerbó el conflicto interno en la sociedad rusa. Empeoró las cosas intervención extranjera. La guerra civil mostró claramente lo que quería en ese momento la mayoría de la población del país, principalmente el campesinado. Los campesinos no querían un orden burgués en sus tierras, no querían abandonar la comunidad y convertirse en propietarios privados, no querían la dominación de extranjeros, al menos económicamente, sobre sus tierras. Nuestro país campesino, custodio de la antigua tradición cristiana ortodoxa y de los mandamientos eternos, ha elegido un camino especial. Nos hemos apartado del camino trillado de la modernización capitalista y comenzamos a allanar el camino para una modernización que preservaría los fundamentos básicos de la sociedad tradicional. Rusia, habiendo abandonado conscientemente la omnipotencia del mercado y la libre competencia, ha elegido el camino de las relaciones fraternales entre pueblos y entre naciones enteras.
Como resultado, surgió un tipo especial de sociedad que mostró a los pueblos del mundo una alternativa real al desarrollo capitalista. Hoy en día, el fenómeno de la sociedad soviética está subestimado y poco estudiado, y cada vez más se nos pide que construyamos una sociedad civil en Rusia siguiendo los lineamientos occidentales. Estas llamadas son muy dudosas. En primer lugar, porque las expresan quienes recientemente pidieron la construcción del comunismo. El ideal del comunismo ha desaparecido, pero los “constructores” permanecen y ahora nos llaman a construir la democracia, el Estado de derecho y la tristemente célebre sociedad civil. En segundo lugar, dudo mucho que sea posible construir intencionalmente una sociedad así: en Occidente el proceso se desarrolló de forma espontánea, por sí solo, estuvo condicionado razones objetivas y duró varios siglos. La sociedad civil occidental no habría surgido sin la Reforma, sin revoluciones como la gran francesa, sin una individualización extrema de la conciencia. ¿Es esto realmente a lo que nos llaman nuestros “constructores”? Y en tercer lugar, ninguno de esos llamamientos dice en qué tipo de sociedad vivíamos antes; después de todo, había algún tipo de sociedad.
Ahora podemos responder a esta pregunta: vivimos y en parte seguimos viviendo en una sociedad tradicional modernizada. La sociedad civil se basa en el principio del mercado: todos comercian con todos, todos intentan negociar riquezas materiales. Los comerciantes venden bienes, los trabajadores venden su trabajo, algunos venden sus cuerpos, los políticos venden programas y promesas, hacen tratos con las empresas y el electorado. En el corazón de nuestra sociedad soviética estaba el principio de la familia: todos son hermanos, se cuidan unos a otros y se ayudan en los problemas. El propio Estado fue el exponente de esta idea de familia. Se ocupaba de los niños, los ancianos y los discapacitados, distribuía beneficios materiales "según los comensales", como en una comunidad campesina. La Unión Soviética se convirtió casa común para los pueblos hermanos (nadie sabía entonces de quién era la tierra aquí): armenios o azerbaiyanos, rusos o tártaros, chechenos o ingush), la tierra era común a todos, todos tenían derecho a vivir en ella.
La sociedad soviética inmediatamente después de su aparición comenzó a interferir con muchos Fuerzas externas. Por eso, para preservarlo, nuestro pueblo tuvo que soportar sobre sus hombros las pruebas más difíciles. Primero - fratricida Guerra civil, entonces - industrialización forzada como preparación para una nueva guerra. mayor hazaña Nuestros padres, abuelos y bisabuelos hicieron esto cuando ganaron la Gran Guerra Patria. De hecho, repelieron el ataque de toda Europa, de todo su poder militar y económico. Salvaron al mundo de la amenaza fascista y rescataron a muchos pueblos del cautiverio fascista. Demostraron su viabilidad y resistencia al mundo entero con su sangre. sistema soviético. Así como del campo de Kulikovo, en lugar de los moscovitas, los riazanes y los habitantes de Tver, el pueblo ruso unido regresó con victoria, el gran pueblo soviético salió victorioso de la Gran Guerra Patria, habiendo absorbido a más de cien diferentes naciones y nacionalidades.
La Hermandad de Naciones tenía objetivos y valores comunes. Juntos construimos una nueva sociedad donde habría un lugar para la felicidad de todos. Ya he hablado anteriormente sobre los logros de la sociedad soviética. Necesitamos comprender cuán grandiosos son, cuán grandioso fue, por ejemplo, liberar a las personas de la amenaza del hambre, del miedo a quedarse sin hogar, sin trabajo, sin sentido de la vida. La Unión Soviética fue comparada a menudo y todavía se compara con Occidente, que supuestamente es próspero, donde todo está disponible y todos viven felices. ¿Qué tan justificada es tal comparación? ¡De ninguna manera! En primer lugar, porque las capacidades iniciales de las civilizaciones occidental y rusa son inmensamente diferentes: el clima, el rendimiento de los cultivos son diferentes y la amenaza de enemigos externos, por ejemplo, los nómadas esteparios, fue diferente. Como todas estas diferencias no estaban a nuestro favor, pudimos construir una gran potencia que repelió varias veces el ataque de Occidente. En segundo lugar, porque es necesario comparar no a Occidente con la Unión Soviética, sino a Occidente y los países del “tercer mundo” con la Unión Soviética, porque para nadie es un secreto de dónde sacó y extrae la civilización occidental una parte considerable de su riqueza.
Muchas antiguas colonias europeas siguen hoy siendo objeto de explotación, sólo que ahora más oculta: por ejemplo, el salario de un trabajador europeo puede ser varias veces, o incluso decenas de veces, superior al salario del mismo trabajador en algún lugar de Brasil, incluso Aunque trabajan en fábricas de una sola empresa. El "Tercer Mundo" es como parte trasera Oeste. Como resultado de una comparación más correcta, veremos que el nivel de vida soviético promedio era inmensamente más alto que el que era y es en el extranjero, en el mundo capitalista. Pero incluso si comparamos sólo los países desarrollados con la URSS, la comparación seguirá siendo a favor del sistema soviético: en Occidente todavía hay personas sin hogar, niños de la calle, gente hambrienta e incluso "beneficios" de la civilización como la drogadicción. , la industria del sexo está prosperando allí.
Todo lo que dije anteriormente lo entendí recientemente. Ahora me avergüenzo de mi antiguo yo, de mis puntos de vista anteriores, por el hecho de que no entendí las cosas obvias. Pero ahora hay un gran orgullo en mi alma: nací en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, en un gran país. Esta es mi patria. No tengo ni tendré otra Patria - la llamada Federación Rusa, un país con un presente terrible y un futuro vago. Un país que va hacia nadie sabe dónde. Un país que rompe sus vínculos con su país matriz: la URSS. Un país que escupe su propio pasado, que ha traicionado sus antiguos ideales sagrados. Un país que grita que sí lo es" nueva Rusia“, pero al mismo tiempo vive de todo lo que se creó en la época soviética y aún no ha creado nada comparable en tamaño a lo que se creó en nuestro gran pasado.
Hoy podemos hablar todo lo que queramos sobre la gran cultura rusa, admirar a Dostoievski o Tolstoi, Pushkin o Lomonosov, Chaliapin o Repin; todo esto será un gran cinismo. Los admiramos, pero los traicionamos en todo momento. Ahora las terribles imágenes del Petersburgo de Dostoievski se han convertido para nosotros en una realidad ordinaria. En el peor de los casos, estas imágenes se materializan en nuestra realidad. Sonechka Marmeladova ahora no se dedica tímidamente, sino casi demostrativamente a su “negocio”, Rodion Raskolnikov ahora mata a la anciana no por razones extravagantes, sino simplemente por dinero, el empresario Luzhin vende todo y a todos, sin tener en cuenta la conciencia y Sin violar la ley, Svidrigailov peca aún más e incluso habla de ello con entusiasmo en programas de entrevistas populares. Regresaron a nuestra realidad mujeres de treinta años con caras de borrachas, voces roncas, vidas confusas, belleza, salud; Nuestros antepasados quisieron salvarnos de todo esto cuando crearon la Unión Soviética. Hubo un tiempo en que volvimos felices a todo esto después del colapso de la URSS.
Hoy la URSS para mí no es sólo mi patria. Es una civilización perdida, con el que hay que restablecer urgentemente la comunicación, de lo contrario será un desastre. La Unión Soviética es un eslabón importante en la cadena de reencarnaciones de nuestra gran cultura rusa. Sólo repensando experiencia soviética , podremos seguir adelante, para encontrar nuevamente el camino por el que hemos caminado durante siglos. Restaurar lo perdido, restablecer la conexión entre generaciones, contar a los jóvenes la verdad sobre nuestro pasado.- ¡Esto es lo que debemos hacer hoy juntos, juntos, para que Rusia vuelva a ser grande y lleve al pueblo a un futuro próspero y feliz para todos!
